Tuesday, December 23, 2008

Chica del asfalto, de ciudad en ciudad

Es una ciudad extraña, pero es la ciudad en la que vivo.

Me vio nacer una ciudad donde circulan los mejores aires que me han rozado la cara: mis Buenos Aires queridos a los que, aunque no me guste la Navidad, en diciembre los extraño como nunca.

Madrid fue mi ciudad de acogida. Del primer nido de amor de casada, del primer trabajo en Spain, de los primeros compañeros-amigos, que aún conservo gracias a Dios.

Málaga es la ciudad de los fuegos artificiales, de las vacaciones y de un tiempo a esta parte es la ciudad donde trabajo, donde mi hija va al cole, donde los padres de A. me han acogido como mi familia sanguínea, donde las navidades para ellos son alegres y no se cansan de intentar contagiarme de esas sensaciones.

De Málaga siempre me gusta el mar. Y la calle Larios. Tengo la extraña sensación de que cuando camino y miro los techos de los edificios de la época aristócrata malagüeña los tacones de mis botas se clavan siempre en las mismas baldosas.

Málaga tiene rincones "perita". La calle Larios que tiene nombre de marqués y cuando uno se deja acoger se siente dando pisadas de princesa a lo largo de un pasillo largo y bien iluminado.

Feliz Navidad Málaga y desde estos rincones a los que me quieren bien, de verdad de la buena en Madrid y en Buenos Aires mis mejores sensaciones esparcidos en deseos.