Friday, November 25, 2005

Do not disturb us. Cerrado por festejo.

Sábado 26 de noviembre, cerrado. Por festejo.
Por cumpleaños felizzzzzzzzzz.

Por entrar por unas horas en el Reino de los Niños. Donde todo es sol, y luna - la nuestra huye del sol y ama la luna-, bolis de colores. Globos, y "bolos" a veces; de los que asustan en Caperucita y de los que se cuelan en todos los cuentos la verdad.

Estaremos sentados en el suelo. Cerca de piscinas de bolas (sí, argentin@s, peloteros), rodeados de canciones y en un entorno de colores.
La entrada está permitida a los que tengan buena onda, y ganas de pasárselo bien.
La madre, que a veces tiene muy mala uva, se reserva el derecho de admisión y expulsión. Guauuu.

Hay que llevar "saquetines" (léase calcetines) sin tomates - léase agujeros - porque las normas cerca de los peques es, para estar a su altura, / y permítaseme aquí no hacer una escritura ni lectura literal / hay que dejar prejuicios a un lado, tacones y tirarse al suelo.
Esa es la manera de entrar al universo de las cosquillas, las risas y así, por un rato, entrar al Reino de los Cielos que para mí, al lado de nuestra hija, es tocar el cielo con las manos.

O sea, mañana sábado no molesten: estaremos de festejo.
Móviles off, teléfonos fijos desconectados y dispuestos a mancharnos con chocolate.

Aceptamos presencias transatlánticas, de esas que se consiguen a pesar de la distancia. Con tan sólo cerrar los ojos y sentir " you´ve got a friend. Winter, spring, summer or fall ... all you´ve got to do is call and I´ll be there, u u uhhhh, you´ve got a friend". (Gracias James Taylor).

un beso, un abrazo, no te vayas …

son algunas de las cosas que hace y dice nuestra hija cuando la dejamos en la guardería cada mañana. De lunes a viernes, claro.
Los findes son sagrados. Los tres juntos, en petit comité, en familia. Y luego, el plan que se tercie, o al que nos acoplemos.

Es impresionante. A ella le decimos cosas y tiene la capacidad y la habilidad de ser feliz, feliz de manera anticipada. Es como eso que siempre me encantó de Antoine de Saint-Exupéry en su Principito que decía: “si vienes por ejemplo a las 4, comenzaré a ser feliz desde las 3”.

Le decimos: "Hoy es viernes, mamá viene antes a buscarte" o bien, "hoy es viernes y luego viene el fin de semana, dos días juntitos los tres".

Hoy sin embargo la que experimentó algo extraño fui yo.

Digamos que el agridulce sabor de la ¿felicidad?
Puf! ponerlo en palabras …

Esta mañana fuimos en el autobús. Desde casita a la guarde.
Bajamos del autobús y cruzamos una avenida.
Íbamos de la mano pero en un momento me soltó, corriendo, contenta hacia la guarde. Ella solita.

No se cómo pero de pronto mi mente viajó años hacia delante. Un fast forward anticipado. Mientras la miraba escapar de mi lado, sonriendo...

De pronto recordé una conversación con amigas madres, durante el almuerzo de ayer. Decíamos que lo más duro de tener un hijo es saber que viene al mundo a través de uno, que nace de entre un hueco maravilloso que la vida hace a través de las piernas de una mujer, pero así como pasa a través del canal del parto, pasa a través de la vida.
Son apenas unos instantes, el ir y el devenir de la vida.

Esta mañana intentar asimilar lo de la comida de ayer, acaso un trocito, fue un flash rápido. Pero de sensaciones lentas.

Ella entró a la guarde, tan contenta, en modo viernes.
Yo corrí malamente al autobús que venía, me subí y me senté. Me puse a mirar por la ventanilla, y me olí la mano.
Todavía tenía su perfume a nena (porque y
a no es un bebé), sentí una especie de calor humano: un fueguito en la palma de mi mano con su nombre en el centro.
Apenas tiene dos años pero a veces siento que se me escapa de la vida, como cuando suelta la mano de la mía.

Es difícil poner en palabras eso de que la quiero mucho, tanto tanto como la trucha al trucho.

La mujer de un amigo me dijo una vez que cuando se quedó embarazada él le regaló una frase muy bonita que decía algo así como "cuando a un hij@ que acaba de nacer un padre le coge de la mano, automáticamente el hij@ le tiene cogido para toda la vida".

(Lo que ella nunca dijo fue que uno siente eso, aunque ella te la suelte ...)

Thursday, November 24, 2005

Yingl bel


o sea: Navidad a las puertas.

Hace años me emocionaba salir un día de trabajar, mejor dicho, noche y ver de pronto la Castellana iluminada. Con las lucecitas blancas de rigor que anunciaban: Diciembre ya está aquí, y la Navidad casi casi.

No es que se me haya hecho costumbre, dicen por ahí que “costumbres hacen leyes” – sí, lo dijo Luis del Olmo el otro día, no es mío – sino que cada año tengo la extraña sensación de que nos “navideñan” cada vez antes.
Nos invitan a comprar, comprar, comprar; consumir, consumir, consumir todo el tiempo. Y están haciendo eso con la Navidad.

Alguna vez incluso advertí que ni siquiera sacan ya las lucecitas de un año a otro. En los supermercados las dejan colgadas en las marquesinas de un año a otro. Sólo las apagan; más les vale, no?


Noviembre se ha convertido en sinónimo de Navidad.
Eso no tiene gracia.

Si lo mágico (y dale con la magia …) de diciembre y la Navidad es que la ciudad, y hasta la gente, sufren un proceso de metamorfosis que lo hace todo más agradable.

De pronto es como si por 10 a 15 días la gente fuese más linda por dentro, más buena, más ilusa, más niñ@s. Pero históricamente eso era en diciembre.
Lástima que después vuelve todo a la normalidad. La gente se agria justo justo un día después de que pasen los Reyes.
No importa cuánto se adelante. El proceso de vuelta atrás es casi automático, y sin calendarios.

Pero si nos adelantamos, pierde la gracia.
Aunque parece contagioso.

Tengo que confesarlo: Yo ya estoy en modo Christmas.
En casa ya hay 3 calcetines colgados de las puertas. Sólo que nuestra hija dice “zapatos”. No hay forma de hacerle entender que son “saquetines”. ¡Qué le vamos a hacer!. Se ha empeñado en que son zapatos, y a una Escorpio es un poco difícil que una Virgo le gane una pulseada.

Mirá vos, che, que ya estoy empezando a dudar y todo: , ¿serán zapatos?

En cuanto a emocionarme por las lucecitas blancas, más adelante lo veremos …

Wednesday, November 23, 2005

Imperdible

o pequeñas delicias de la vida de madre e hija.

Yo corro.
Salgo de la torre blanca corriendo todos los días, para llegar a la guarde a recogerte y que te alegrés de verme.
Y volver a casa cantando, riéndonos. Preguntándote "- qué tal tu día, hija" y que lo resumas con un "- bien", y con una sonrisa de oreja a oreja. Ya lo decía Serrat "feliz como un niño cuando sale de la escuela".

¿Para qué corro? Para compartir la vida juntas.
Y para sincerarnos: de madre a hija, de hija a madre .

No es que pretendiera participar del concurso de O.T. (Operación Triunfo),
pero tampoco creía que lo hiciera taaaan mal.

Me rompiste la ilusión.
Al volver a casa, te puse un CD y pretendía cantar para animar la tarde.
Fuiste directa, dijiste "Mamá no cantes ..."
Pregunté: - ¿por qué?. Dijiste: "- cantas mal" .

Glup!, diría Mafalda.
Ante eso, nada claro.

Lo importante es qué te cantaba.
Era: "al pasar la barca me dijo el barquero, las niñas bonitas no pagan dinero.
Yo no soy bonita ni lo quiero ser, al cruzar la barca yo le pagaré.

Al pasar la barca me volvió a decir: Las niñas bonitas no pagan aquí;
yo le contesté con gracia y salero" Arriba la barca, abajo el barquero" .

Cantaré mal, pero de mayor habrás aprendido alguna que otra lección, espero.
Espero que no te quedés sólo con "qué mal lo haces" .

Habremos fracasado entonces ... y no es plan.




Insider

Tengo una amiga que me quiere. Y me informa.
Ella tiene contactos.

Hoy había simulacro. Nunca entendí para qué sirven la verdad.
Porque la gente se lo va diciendo a la gente, y al final los que bajan por las escaleras son unos pocos. Los demás bajamos diez o dos minutos antes de que suene la alarma, como damas y caballeros, por el ascensor y nos vamos derechito a la cafetería frente a la torre a tomar café. Está estratégicamente posicionada, y en broma solemos decir que los simulacros están patrocinados por ella.

La verdad es que mi informante me lo dijo por el dolor de hernia. Aunque a veces me lo han dicho otras personas porque sí. Para evitarme el paseo.
Como he dicho en posts anteriores, no soy Cenicienta. No me van las escaleras.
A veces creo que cada vez encuentro menos encantos en esta torre como para dejarme un zapato, o un pie dentro de ella.

No se.
A lo mejor me sobrevaloro. O me sobreestimo. Pero no me lo creo.
Me dicen que tengo dotes de comunicación, carisma. "Llegada" con la gente interna.
¿Servirá para algo?


La verdad es que no debería quejarme. Me asignan a proyectos. Me pagan un sueldo.
Pero ... a veces, cuando uno pierde el encanto, ¿cómo es posible que los demás lo sigan viendo?
El espejo no me devuelve "tú eres la más bonita del reino". Pero lo peor es que yo no me lo creo.

Me encanta ver a nuestra hija que se besa en el espejo del ascensor.
Se quiere a ella misma. Es un buen principio vital.

Necesito una dosis extra. De autoestima, de amor propio. Además de la del jarabe, el paracetamol y el antigripal.

Otra vez me han asignado a un proyecto dentro de mi empresa.
Hay que joderse ... me quieren. Aunque llego tarde, aunque proteste, aunque me revele contra la autoridad.
¿Será que yo lo valgo? y que no me lo creo ...
Prometo hacerlo bien, como siempre. Y sin esperar un bonus a cambio ... a lo mejor me lo da la vida depositándomelo en la cuenta corriente del vivir. Y no en la de la banca electrónica. A lo mejor sí, ¿quién sabe?
(La incógnita, si aplica, la desvelaré en próximos capítulos).
Again, si me agarrara o agarrase Freud ...

Tuesday, November 22, 2005

Si me agararra o agarrase Freud …


Suerte que está lejos de mí, por lo menos físicamente hablando. Y como he de pagar la módica suma de aprox. unos 60 euritos para una sesión recostada en un diván, como que por ahora no da. Con la paga extra de diciembre, si acaso, veremos.

Anoche tuve un sueño.
Y me desperté de un buen rollo que no veas.
Sólo que luego, conforme me iba despertando y saliendo del plácido estado de duermevela, algunas cosas arruinaron la plácida sensación: la tos productiva que me persigue desde hace días, el dolor de la hernia y unos calcetines fuera de lugar …

En realidad llevo dudando desde esta mañana si compartirlo con ustedes, mis lector@s, o no.
Y bueno … acá vamos.

A ver cómo lo pongo en palabras:
Soñé que era yo, pero no era yo. La “yo” que se esconde y se protege detrás de este ANyRV. Mejor dicho, la del reverso de este anverso.
Era rubia, de pelo largo (más largo que en la realidad, aunque en este mundo terrenal me tocó en gracia ser morena. Sí ya se que muchos saben que mi sueño estúpido era ser rubita de ojos claros, pero no, soy morena de ojos marrones. Más bien "estándar" como dice un viejo amigo del nuevo mundo.)
Estaba casada, y tenía dos hijas.
Todavía me falta, en este tiempo y espacio volver a procrear y a dar a luz. (Espero que la próxima vez sea con epidural y sin estar completamente dormida).
Supongo que mi próximo hijo también será nena, pero es historia para otro post la del porqué.

Lo curioso es que yo no era yo, tal como soy físicamente.
Él, mi marido, no era él. ¿Y cómo es "él" en la realidad? Casi tan guapo como Sean Penn. (By the way, una vez una amiga me preguntó que en el supuesto caso de que en la vida no me tocara despertar al lado de mi media naranja – bueno, en otros términos, pero ésa era la idea - al lado de quién me gustaría despertar. Respondí sin dudar un instante: "- Al lado de Penn. Me encanta …" Ella decía: “No, en serio …” y yo asentía una vez más “- De verdad, al lado de Sean”.Creo que aún no me cree. O la vida me lo cambia por Sean o seguimos juntos por siempre jamás).

El punto es que yo no era yo; él no era él. Ni las nenas, las nenas. (Una es de carne y hueso; y mitad ángel ¿para qué negarlo? La otra, casi puedo imaginar cómo podrá ser nuestra próxima hija …).
Vivíamos en otras coordenadas, en una casa grande con jardín. ¡Y perros! Había dos perros.

Me despertaba de una noche romántica, donde todo había sido especialmente preparado a ese efecto. Supongo que sería una fecha especial, un aniversario o algo parecido.
Levantaba unas persianas del cuarto del romance y salía corriendo a una reunión después de vestirme para la ocasión. Llegaba tarde, como llego siempre a todos lados.
Al despedirnos, él sonreía. Cada cual se iba en un coche diferente, cada cual a su actividad.

Cuando entraba en mi reunión una persona me decía: “- Por cierto, me enteré en una cena anoche… no sabía que tu marido se dedicaba a los derechos humanos. Nunca nos lo habías dicho”.

Me desperté.

De pronto me puse a pensar en una canción de Los secretos que dice “ hoy he soñado en otra vida, en otro mundo … pero a tu lado”.




Monday, November 21, 2005

Conjugaciones

Yo me hipoteco.
Tú te hipotecas.

Él, ¿ tiene la vida hipotecada?

No, no es verdad. Yo no tengo hipoteca. La de tener una casa mitad del banco, mitad mía.
Tú, probablemente sí.

Pero él, el señor que vive en el Paseo de la Castellana casi Carlos Maurras tampoco tiene una hipoteca de las que se pactan con los bancos. Pero vive apenas en una casita roja y verde, con escaleras. De techo de cartón, de paredes de frazada, donde hay una cama con una almohada de plumas de ilusiones perdidas.

Nuestra hija cree que él le ha quitado una casita de las del parque donde ella juega las mañanas de los dos días del fin de semana. O a veces las de los festivos o puentes de entre medio de la semana.

Yo creo que la vida a él le robó más que una casita de colores.
No le conozco la cara; pero me alegro de que viva en el barrio.
Supongo que a los dos años no se entienden muchas cosas, o sí, ¿quién sabe? Ella sabe que en ese parque hay juegos, columpios y que está el señor que vive en la casita roja.

Yo he entendido que hay cosas que pasan en el viejo mundo también, a pesar de que ya las tenía muy vistas en el nuevo. Me habían dicho que hay muchas cosas que "En Europa no se consiguen".

Yo a veces echo de menos no tener una hipoteca. Y otras hasta envidio a quienes la tienen, para qué mentir, no?
Parece que el alquiler ya no se lleva, que está fuera de moda.

Cuando lo veo a él me alegro de nuestros 83 metros cuadrados en régimen de alquiler. y del clima acogedor que recibe a las visitas. Aunque a veces como la calefacción es central haya que abrigarse un poco las ilusiones.
Pero en casa las tenemos, esa es la diferencia con nuestro señor del barrio.

Sunday, November 20, 2005

Lo prometido es deuda

Había prometido, de alguna manera, que escribiría sólo de lunes a viernes excepto que algo extraordinario mereciese que me sentara al teclado un finde.

Es el caso.
Hoy es 20 N, y aunque para algunos esta fecha traiga reminiscencias de variada tipología, para nosotros sólo aplican 2 recuerdos vitales por encima de todo: Es tu cumple, y además es el Día Internacional de los Derechos de la Infancia.

Buena fecha para nacer, hace 2 años.
Buena hora: 5:20 am.

Buena fecha para convertirnos en padres desde ese día (aunque ya nos habías elegido 9 meses antes, desde que te alojaste la noche del 14 de febrero dentro de mi tripa).

20 N: fecha desde la que te acompañamos a crecer
porque no sólo crecés vos; cada cual a su manera crecemos los tres.

Feliz cumpleaños … y que seas muy feliz, y que cumplas muchos más.
(Y que podamos estar para verlo).

Gracias por habernos elegido para acompañarte en este viaje del vivir. Te queremos mucho, sí "como la trucha al trucho".