No puedo dejar de mirar, y volver a mirar, aunque sea de reojo el ticket que, después de liquidar la hoja de gastos de viaje a Madrid por el curso, aún queda solo sobre mi escritorio.
Obviamente, no entra entre los gastos del viaje. (Ni falta que hace).
Él se resiste a la papelera azul de segregación de papel y cartón.
Es un ticket. Hasta ahí, nada extraordinario. A excepción de su leyenda que viene a decir más o menos así: Vale por un rato como entrada a "El arte de lo imposible".
Creo que me lo guardaré de recuerdo. Un souvenir como tantos otros. Aunque, un poco diferente.
Tuesday, February 20, 2007
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2 comments:
Y ¡mil gracias!.
Sí, acertaste de pleno.
Esos tickets que uno guarda bajo el cristal de la mesa camilla: madrid sencillo, programme martes 4 planta baja reservado el derecho de admisión, million dollar baby, fila 12 asiento c ventanilla...
De vez en cuando otro cae bajo el cristal y como en aquella escena de Tron todos se preguntan por qué lo han traído.
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