He venido a mi Buenos Aires querido después de casi casi tres años desde la última vez. Y claro, ahora lo estoy entendiendo.
En casa de mis amig@s había montones de regalos de Papá Noel y Reyes atrasados. Y claro, me los dieron.
Había besos, abrazos - de ésos que aprietan tanto el cuerpo y son tan tibios y calentitos que contienen el alma y al corazón, y por los que ruedan inevitablemente lágrimas - libros, dibujos. Hasta masajes con aceites esenciales y todo.
En Gesell hubo una vuelta en una calesita. En un carrousell precioso, de los antiguos. Una sensación fantástica porque desde el año 1998 en Florencia a medianoche y mirando que nadie me viera, por vergüenza, que no me subía a una. Y los pibes de Gesell cuando subí a sacarle fotos a mi hija pusieron a andar el carrousell.
Cuántas cosas lindas!
Además hubo mates, y charlas, y risas, recuerdos, confidencias. De ésas que sólo se pueden hacer por teléfono o cara a cara, viste ...
Hubo de todo. Porque la gente acá es argentinísima y maravi"sho"sa.
En esta tierra hay de todo. También inflación, "crisis", y demás. Pero dónde no las hayacaso ...
Qué generosos son los Reyes y Papá Noel argentinos...
Qué pocas ganas dan de irse ... Voy a dejar muchos pares de zapatos para que vayan depositando los regalos, hasta que vuelva viste ...
Saturday, March 22, 2008
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