Thursday, July 17, 2008

Despegar

Alguien decía - o escribía - el otro día que ser valiente es a veces levantar diez centímetros del suelo a las personas a las que queremos para decirles algunas cosas.


Yo lo hago a menudo. A mi hija, la del alma, la levanto en volandas algunas noches y mientras la subo la escalera le repito sin cansarme: te quiero, te quiero, te quiero. Una vez por cada peldaño.

A veces siento a los recuerdos como una manta tan pesada como invisible. Por más que lo intento, hace años que no recuerdo esos bises que me susurren a mí tantos te quiero.

Ventajas de tener una hija tan querida.
Elegir las noches para hacer eco de un sentimiento tan noble.
Las escaleras suelen ser rincones perfectos ...

No comments: