Monday, May 22, 2006

Diferencias aplastantes

No es lo mismo vivir que dejar vivir. Definitivamente no.

A lo largo de mi vida varias veces escuché eso tan trillado sobre "el perro del hortelano". El que es famoso porque "no come, ni deja comer".
Otras veces escuché sobre el vivir, el buen vivir, el mal vivir.
Pero nunca antes había escuchado a nadie decir lo que un día, me dijo "alguien". Un profesional de la medicina.
- Sos médico?
- Sí, soy médico. De Urgencias. Pero ya no ejerzo. Desde que vi morir a mi hijo ... Desde entonces no ejerzo, ni tampoco hago muchas cosas. Por resumirlo, ya no vivo ... sino más bien dejo pasar la vida...

A veces me lo cruzo por algún pasillo, y lo miro.
Y no se si lo admiro porque aún está de pie... Pero siempre que le veo, internamente me pregunto cómo late su corazón. Si es que late ... o si acaso en él solamente fluye sangre en sentido ascendente y descendente.

Indefectiblemente, no es fácil trabajar en un hospital.
Acá sí que el contacto con la vida y la muerte es cotidiano. Seas o no facultativo de la medicina.

No se si hay que tener "madera" especial para trabajar en algo así. Y en un lugar así.
Lo que sí se es que es bien diferente a lo que nunca hice antes. Y soy consciente.

No se si la sensibilidad es especial. De todos los que estamos metidos acá.
Sólo se que la gente se expresa en términos de ser o no ser. O, en resumen: de vida y "no vida". (Lo siento, pero aún no consigo familiarizarme con eso de llamarla "muerte").

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