23 de abril ...

... dice el calendario que tengo delante mío.

Y aunque sho" "sha" lo sabía, hoy la radio (o sea la gente) dice: "Día del Libro", Día de los derechos de autor, Día de San Jordi (Jorge en castellano), Día de Castilla La Mancha (¿ o León?); lo mismo me da porque yo no soy del centro, si no del sur.

Hoy es también un día más, y a la vez un día menos de nuestro paso fugaz por este camino.
Hoy he regalado libros. Porque sí, porque es una de las tradiciones que más me gusta y que he adoptado desde que vivo en esta tierra que tan bien me ha acogido hace ya 8 años.

La tradición de las uvas el 31 de diciembre también me adoptó pero no se me da del todo bien; dicho sea de paso cada año digo: "Es el último año que hago esta tontería" pero ... más puede la superstición que un puñado de pensamientos tontos que no acabo de creerme.

Me resisto a dejarla como tradición además porque es una de las mejores sensaciones del cuerpo donde el din don de unas campanadas dispara al cerebro la secreción de adrenalina de una manera descomunal. Y eso es lo que no tiene precio, ni desperdicio. Es la mejor de las sensaciones posibles para acabar un año, y estrenar página del año siguiente; con la convicción de que por ... ¿uvas? va a ser mejor del que se va.

Volviendo al presente, se dice que hoy también es el día de los derechos de autor. Yo no tengo aún registrados derechos de autor. De momento, ni falta que hace porque esto tiene sentido si sale de acá (Sí, dedo en el corazón) y adquiere significado cuando vos estás del lado de allá.

Hablando de uvas ... acá va: un presente. Hacete a la idea de que es como si te regalara un libro. Acá van un puñado de uvas y de ilusiones ... en el Día del Libro. Te regalo ... todos los derechos... y ya lo he dicho más de una vez, y me mantengo, necesito críticas constructivas y destructivas sin piedad. (Así sabré que no he vendido mi alma al diablo por intentar escribir).

Feliz Día Jordi, Jorge... Papá. Estés donde estés. Arriba y abajo. Dentro y fuera de mí.