Monday, November 07, 2005

Una manzanilla y una barrita de pan por favor

aderezadas con un toque extrasensorial


Yo pensaba que este tipo de cosas solamente les pasaban a personas muy cercanas a mí. Concretamente, a algunas personas de mi familia.
O incluso a algunas otras pertenecientes a las familias de algunos cercanos a mí.
No se, que era como una especie de “privilegio” o regalo que se te concedía porque alguna causa te ilustraba meritorio o no.

Dicho sea de paso, nunca me conté como digna a experimentar esas sensaciones. Aunque alguna que otra revelación me vino dada en sueños.

La pena es que algunas de las personas que conozco han decidido renunciar a ese privilegio. Aunque después, arrepentidas hayan dicho que su vida ha entrado en la dimensión de lo normal y gris de la cotidianeidad.

El caso es que esta mañana decidí tomarme un respiro de mi jornada “Excel” laboral e ir a la cafetería enfrente de la torre. (By the way, trabajo en una torre).


Mientras me daban el vuelto del desayuno escuché que una mujer le decía a otra … “La vida es injusta Marta, de haber sabido que en esa charla se estaba despidiendo de mí, sin saber que dos horas después iba a tener ese accidente mortal, le hubiera dicho lo que hace cinco años que me reservo: que jamás nos tendríamos que haber separado sin volver a intentarlo antes de que se casara nuevamente”.

Se me cayeron unas monedas al suelo ...
Le dije a la camarera que las dejara para el bote.
No tenía fuerzas para agacharme, y levantarme.


...

¿Todavía crees que es demasiado tarde para muchas cosas en tu vida?


1 comment:

Anonymous said...

Alguien dijo una vez... disfruta de cada día como si fuera el último. Y eso, es una verdadera filosofía de vida dentro de una rutina y deshumanizada sociedad en la que vivimos... porque, quien está seguro de que mañana podrá estar leyendo esto?

Siguiendo esta filosofía, estaré encantado de revisar el próximo fallo de ordenador q te de, que de eso también estoy seguro.

Un beso

Antonio