Monday, December 12, 2005

10 D

Día de los Derechos Humanos.

Día, desde hace 15 años, que mi padre dejó la Tierra para vivir en el Cielo. Y en todos nosotros. Los que aún no entendemos por qué otros pueden tener padre, papá, papito. Y nosotros no. (Tengo hermanos. Dos, varones).
O en el caso de la Sra. alias marrón y beige, léase nuestra madre, por qué eso de "hasta que la muerte nos separe" un amargo 10 de diciembre tuvo caducidad.

Hace 15 años.
15, la niña bonita. No la de mis ojos el pasado sábado cuando vaya uno a saber por qué cosas de la vida nuestra hija, la del casi casi Sean Penn y mía, empezó a decir jugando "Tito tito tito ..."

Era el apodo de mi papá. El mote, vale. Hoy no estoy para reproches. De ningún tipo, siquiera de estilo orto-gráfico.
(El que los pretenda tener, que se los guarde ... en el orto. Sí señor).
Lo extraño. Casi todos los días de mi vida.
Y sigue apareciendo en mis sueños. Sin pedir permiso. Faltaba más.
Y la vida me parece injusta.
Que otros tengan padre. Algunos para llevarse mal incluso... ¡qué desperdicio!

2 comments:

C* said...

Si el mío fuera copado, te lo prestaba, como te presto a mi vieja de vez en cuando...
Extrañalo mucho y recordalo, sé que sin importar dónde esté, él lo sabe y lo atesora.

Anonymous said...

Bueno, quería decirte que creo que no hay reproche posible para lo que sentís por tu papá o más bien por la falta de él. Creo que todos tenemos nuestras perdidas y nuestros duelos que a veces estan como mas ocultos y otras se nos hacen carne viva.