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"Simplemente tomo la energía que utilizaría para enfurruñarme y ... escribo algún blues". Duke Ellington

Sobre la ira: 1/7 pecados capitales

o La ira en la senda de "El camino del artista", de Julia Cameron

Cuando nos enojamos a menudo nos enoja el hecho de estar enojados. ¡Muy enojados! Esta emoción nos dice que no podemos continuar con nuestra vida por más tiempo, que nuestra vida está muriendo. Nos dice que estamos renaciendo; y renacer duele. Y el dolor nos enoja.

La ira es el relámpago que marca la muerte de nuestra vieja vida. El enojo es el combustible que nos impulsa a nuestra nueva vida; pero es una herramienta y no un maestro. El enojo debe ser absorbido y utilizado; usado adecuadamente porque es muy útil.

La pereza, la apatía y el desaliento son los enemigos. La ira no lo es. La ira es nuestro amigo; un amigo que no es agradable ni gentil pero sí leal. Siempre nos dirá cuándo hemos sido traicionados, cuando nos traicionamos a nosotros mismos, cuando es tiempo de actuar en pro de nuestros propios intereses.

La ira no es la acción en sí misma, sino la invitación a la acción.