Thursday, October 16, 2008

Clandestino

Necesito cosas puestas bien puestas y cuando no las encuentro, me quedo con el sol. Siempre. Aunque me encandile la luna llena.

El verano se marchó, apenas nos queda un poco por las noches de la brisa marina que percibimos bajo la forma de esas cosquillas agradables que siente el cuerpo cuando se permite SENTIR. Sabes lo que digo: ese escalofrío parecido al del verano, ése que nos hace ponernos un jersey de punto de lana y ... ¡qué penita pena! tapar bronceado y dejar de sentirte guapa por dentro más que por fuera porque el sol ha penetrado el alma.

No queda nada del verano, y de sentir, qué queda??? Porque algunas cosas son impensables y por ende, insentibles - que no insensibles - como cuando te sientes protegido porque para no sufrir te las has ingeniado para crearte una barrera protectora de acero inoxidable para que nada ni nadie te la pueda destruir, como la del "Terminator"

Pero ... te puede pasar que en el momento menos pensado por un acto reflejo como los ojos que han de guiñar "por culpa" del sol... sientes que se te empieza a licuar la coraza protectora, poquito a poco, y entonces ... qué le pasa a la compuerta? ésa que estaba tan herméticamente cerrada como te creías y sellada con el mejor mecanismo de blindaje? Ehhhh qué le pasa? alguien puede responderlo???



Se impone una escapada a Zahara de los Atunes. Repostar tanque lleno, poner 6 CDs en el coche y huir ... huir de la rutina, no pensar, tirarte en la arena, cerrar los ojos, cruzar los dedos para que el levante le ceda el juego de remolinos al calmo poniente y pasar un día, dos ... arena, cielo, mar, sol.
Un rincón donde se dan citas pocas cosas como tomar aire, llenar los pulmones y respirar.


Clandestino; así se llama el sitio donde me he enamorado del sol gaditano. No tengo las coordenadas exactas, ni falta que hace, porque yo se llegar perfectamente y el sol me espera y un perro que siempre se deja acariciar también.


Si en unos días me buscas virtualmente y no me encuentras... déjame simplemene existir bajo la forma escueta de respirar. Déjame ese refugio ... y por favor ni se te ocurra hacer algo tan poco inteligente como no mirar en el periódico a qué hora atardecerá porque no te pienso coger el teléfono.

No me llamés a la hora en que cae el sol. Por favor nooooooooooooooo, porque es posible que la excepción confirme la regla y entonces por pocas veces en la vida "si me buscas, no me encontrarás". Muchas Gracias amigo virtual.

No comments: